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Vías definitivas para la línea 7

Los vecinos de San Fernando de Henares están más cerca de recuperar el servicio 
de la línea 7 de Metro, cerrado desde el pasado noviembre debido a las grietas
 registradas en la infraestructura y a las que se produjeron en las viviendas 
bajo las que circulan los convoyes. Actualmente, la Consejería de Transportes, 
Vivienda e Infraestructuras se encuentra colocando ya las vías del tren y 
la catenaria, después de meses de pruebas necesarios para comprobar la 
consolidación de las toneladas de mortero necesarias para consolidar el túnel.
 «Las obras están en la recta final, esta semana se va a comenzar a desmantelar
 la vía provisional y a poner la fija», explicó el consejero de Transportes, 
Vivienda e Infraestructuras, Pedro Rollán, que detalló que el siguiente paso
será regular la altura de las vías para que se respeten los galibos, que se
 han podido modificar con la rehabilitación del túnel.

De hecho, una vez terminen los trabajos de instalación de las vías y la catenaria
 comenzará un nuevo periodo de pruebas en el que ya comenzarán a circular 
convoyes de pruebas. «Primero circularán dresinas y después una máquina de
 tren diésel», detalló el director general de Carreteras e Infraestructuras, 
José Trigueros. Si estas pruebas resultan correctas se volverá a abrir la línea al público. 
El problema con el túnel entre las estaciones de Henares y Jarama de la línea 7
 tiene su origen en las capas de sales solubles en el terreno que soporta el
 túnel que, sumado a que San Fernando tiene un gran acuífero, había provocado
 cavernas que hacían peligrar la integridad de la infraestructura. 
Por este motivo, el Gobierno regional decidió cerrar la línea entre 
estas estaciones y realizar obras de reforma para controlar las filtraciones
 de agua que provocaban inundaciones en las vías y estaciones.

«Se han inyectado 620 toneladas de mortero en el exterior a través de 
perforaciones y otras 250 toneladas en el interior del túnel», detalla Trigueros.
 A esto se suman otros 407.000 litros de lechada desde el exterior y otros
 274.000 litros en el túnel. Mediante un sistema de perforaciones –hasta 3516
 en el exterior y 1300 en el túnel– se ha ido introducido el mortero para 
rellenar las cavernas que crea el agua al disolver el terreno kárstico sobre
 el que está asentado San Fernando de Henares, y que ha provocado que 
en la línea 7 de Metro se hayan realizado ya más de cinco intervenciones.



Los vecinos de San Fernando de Henares están más cerca de recuperar
 el servicio de la línea 7 de Metro, cerrado desde el pasado noviembre
 debido a las grietas registradas en la infraestructura y a las que se produjeron
 en las viviendas bajo las que circulan los convoyes. Actualmente, la Consejería
 de Transportes, Vivienda e Infraestructuras se encuentra colocando ya las vías
 del tren y la catenaria, después de meses de pruebas necesarios para comprobar
 la consolidación de las toneladas de mortero necesarias para consolidar el túnel.
 «Las obras están en la recta final, esta semana se va a comenzar a desmantelar
 la vía provisional y a poner la fija», explicó el consejero de Transportes, Vivienda
 e Infraestructuras, Pedro Rollán, que detalló que el siguiente paso será regular 
la altura de las vías para que se respeten los galibos, que se han podido modificar 
con la rehabilitación del túnel.
De hecho, una vez terminen los trabajos de instalación de las vías y la catenaria
 comenzará un nuevo periodo de pruebas en el que ya comenzarán a circular 
convoyes de pruebas. «Primero circularán dresinas y después una máquina de
 tren diésel», detalló el director general de Carreteras e Infraestructuras, José 
Trigueros. Si estas pruebas resultan correctas se volverá a abrir la línea al público. 
El problema con el túnel entre las estaciones de Henares y Jarama de la línea 7
 tiene su origen en las capas de sales solubles en el terreno que soporta el túnel
 que, sumado a que San Fernando tiene un gran acuífero, había provocado cavernas
 que hacían peligrar la integridad de la infraestructura. Por este motivo, el Gobierno 
regional decidió cerrar la línea entre estas estaciones y realizar obras de reforma 
para controlar las filtraciones de agua que provocaban inundaciones en las vías
 y estaciones.
«Se han inyectado 620 toneladas de mortero en el exterior a través de perforaciones
 y otras 250 toneladas en el interior del túnel», detalla Trigueros. A esto se suman 
otros 407.000 litros de lechada desde el exterior y otros 274.000 litros en el túnel.
Mediante un sistema de perforaciones –hasta 3516 en el exterior y 1300 en el túnel
– se ha ido introducido el mortero para rellenar las cavernas que crea el agua al
 disolver el terreno kárstico sobre el que está asentado San Fernando de Henares,
 y que ha provocado que en la línea 7 de Metro se hayan realizado ya más de
 cinco intervenciones.
Igualmente, se ha intervenido la parte que soporta la vía para consolidar la capa 
de terreno. Y es que además de las grietas, también se habían producido desplazamientos
 del terreno y el suelo de la vía había descendido algunos milímetros.
 «Ahora ha vuelto a subir la cimentación y se ha notado una gran mejoría 
en los últimos meses», asegura el director general de Carreteras e Infraestructuras,
que apunta a que el desplazamiento ya se ha remontado y vuelve a estar a la altura
 original. En algunos momentos el descenso de la vía llegó a ser de un milímetro al
 mes, pero los trabajos impidieron que se continuase moviendo el suelo del túnel.
Durante la pasada primavera y hasta el inicio del verano se ha impermeabilizado el
 túnel y comprobado la evolución del mortero inyectado, puesto que era necesario 
esperar para que el material se consolidase. Después había que asegurarse de que
 no aparecían nuevas grietas, cosa que no ha sucedido durante el mes y medio de
 pruebas que ha tenido lugar hace un par de meses. «De hecho, en los edificios del 
exterior no ha habido más problemas estructurales desde que se inyectó el mortero»,
 detalló Trigueros. Como medida de precaución, la Consejería de Educación ordenó 
el traslado del complejo El Pilar en el que había una escuela infantil, la Escuela Oficial 
de Idiomas y la Escuela de Adultos de la localidad. Desde Transportes matizan que el 
desalojo no se realizó por riesgo sino para facilitar los trabajos de perforación en la zona,
 por las molestias del ruido de la maquinaria.
Igualmente, el pasado mes de abril se reabrió la estación de San Fernando de Henares
 de la línea 7b al comprobar que no había riesgo para los viajeros y también por
 la mejoría de todo el tramo afectado después de las inyecciones de mortero y lechada.
 Y es que bajo la estación que está situada en el centro de la localidad no había obra,
 tan sólo se utilizaba para introducir maquinaria en el túnel. Continúan cerradas las
estaciones de Jarama, Henares y Hospital del Henares, que continuarán con el servicio
 alternativo de autobuses hasta la reapertura de toda la línea que utilizan de lunes a
 viernes 2.600 viajeros y más de un millar de personas durante los fines de semana.


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