En aras de la transparencia, los presupuestos participativos serán uno de los puntos exigibles a cualquier Ayuntamiento de este país, incluso
se normalizará el proceso, hoy día dejado al criterio de los propios
gobernantes.
San Fernando de Henares tuvo
implantado en la época en la que Montserrat Muñoz era alcaldesa, un sistema de
participación en los presupuestos por parte de la ciudadanía. Las asociaciones
podían presentar sus propuestas por escrito (incluso existía un impreso) y el
equipo de gobierno presentaba cuáles eran preferentes en un consejo de
Entidades ciudadanas. Esto poco a poco se ha ido degradando y hoy, nuestro
municipio no dispone de presupuestos participativos.
Analicemos nuestro entorno,
empezando por Torrejón de Ardoz que los lleva aplicando por segundo año. La
fórmula es que cada vecino envía un formulario con sus propuestas y en teoría,
el equipo de gobierno decide y ejecuta. Este sistema, aunque es un avance
respecto a no disponer de presupuestos participativos no es muy estimulante,
puesto que, el vecino tiene la sensación que le están pidiendo sus ideas, sus
proyectos, pero que no es partícipe de ellos.
Aunque el Ayuntamiento de
Torrejón de Ardoz da buena cuenta de dónde van los dineros públicos, no informa
qué proyectos han presentados los vecinos, cuantos han sido seleccionados y
cuáles van a ejecutar. Aunque sí conocemos una lista de actuaciones que publica
en su página web.
El Ayuntamiento de Coslada
también tiene presupuestos participativos, pero consisten en enviar propuestas
al Concejal de Hacienda, sin que se conozcan los proyectos ganadores, ni las
inversiones totales que se ejecutarán.
Arco defiende unos
presupuestos participativos, en los que la decisión recaiga por el conjunto de
la ciudadanía. “Para diseñar e implementar los presupuestos participativos
hay que saber en primer lugar hasta donde se quiere llegar con la participación
ciudadana, ya que no en todos los niveles sería posible llegar a los
presupuestos participativos”.
El Ayuntamiento de Madrid es
de los más avanzados, en 2016 los
implantó y a fecha de hoy esto es lo que sabemos.
Un total de 164 de los 206 proyectos ganadores de los
presupuestos participativos de 2016 de Madrid, es decir, el 80 por ciento, ya
están en marcha, con expedientes de contratación o licitación, como las
viviendas de acogida para mujeres víctimas de violencia machista, un ascensor
en el centro de mayores de Dehesa de la Villa (Moncloa), una nueva red de
puntos limpios en siete distritos o libros de texto para escolares.
Lo ha anunciado
el delegado de Participación Ciudadana, Transparencia y Gobierno Abierto, Pablo Soto, que ha dado
cuenta de la materialización de los proyectos financiados con los 60 millones destinados a los presupuestos participativos de 2016, los primeros de la historia del Ayuntamiento de Madrid.
Son 153 los
proyectos que se encuentran en fase de tramitación de expediente de
contratación, de los cuales 23 empezarán a ejecutarse en otoño. Diez proyectos se están llevando a cabo y existe un proyecto ya
finalizado: es la instalación de una señal lumínica en una
curva con poca visibilidad en la calle Alcañiz (Barajas).
"Cuando
los ciudadanos tienen esas buenas ideas nos preguntamos cómo no se nos ocurrió
a nosotros", ha reflexionado Soto, que ha puesto el ejemplo de las viviendas de
acogida para mujeres víctimas de violencia machista, el segundo proyecto más votado para
toda la ciudad de 2016. Los pisos se pueden incorporar ya al plan de la EMVS al
estar escriturados. Están a la espera de asignación. Su dotación presupuestaria
asciende a 550.000 euros.
El Ayuntamiento de Mejorada del Campo los lleva aplicando desde
hace tiempo y es un modelo interesante, ya que asigna en los presupuestos
municipales una partida de 70.000 euros para presupuestos participativos y son las asociaciones quienes
presentan proyectos y deciden su prioridad.
El Ayuntamiento de Velilla de San Antonio también los tiene
implantados y han sido 210.427,18 euros la cantidad que va a invertir este año.
El dinero de todos, son todos los que tienen que decidir donde se gasta, al menos debe existir la oportunidad real de decidir. La FEMP tiene trabajo por hacer.
Se puede obtener un 100% en transparencia municipal, según un
consejo evaluador, de la web de cada Ayuntamiento, pero mientras no haya
participación real y presupuestos participativos esas puntuaciones son
simplemente simbólicas.
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